Cal Mandrat de Montellà, en la Cerdaña, presenta estos días su primer vino Campgran 2020, un vino blanco de coupage de riesling y gewürztraminer, del que sólo se han embotellado 1.200 botellas en su primera añada.
Javier Güell y Silvia Gaminde son los propietarios y responsables de este nuevo proyecto vitivinícola de alta montaña que se inició con la plantación de los primeros viñedos en 2016 en el término municipal de Montellà i Martinet de Cerdaña, en el límite norte del Parque Natural del Cadí-Moixeró, a una altitud de 1.250 metros. Sergio Silguero y Albert Puignau de Vínic asesoran a Cal Mandrat y han sido los enólogos de esta primera añada.
«En Cal Mandrat, seguimos prácticas de agricultura ecológica y el objetivo es que nuestro vino transmita la esencia del paisaje de alta montaña que nos rodea con dos notas: intensidad aromática y frescura. Con una marcada acidez que dé vida y personalidad a un vino que mejorará en botella ganando complejidad sin perder delicadeza», explica Silvia Gaminde orgullosa de esta primera añada
Aunque Cal Mandrat todavía está en periodo experimental, Silvia explica que «cuando tengamos más producción, nos gustaría contar con una pequeña bodega para vinificar las dos hectáreas en la misma propiedad».
«Cuando se consolide la viña, la idea es hacer un vino premium, seguramente con más crianza con madera. Un vino que, desde el primer momento, sea diferente y de alta calidad. Que quien lo pruebe por primera vez, pregunte: ¿y dices que este vino es de la Cerdaña?», explica Gaminde. «Con tan poca cantidad, confiamos en el mercado de proximidad. Pensamos que será un vino con muy buena aceptación entre los vecinos habituales y de segunda residencia de la comarca, así como entre los restauradores», concluye.
Campgran 2020, treball meticulós, resultat delicat i aromàtic
El trabajo en la viña es meticuloso y principalmente manual. La poda se hizo en abril. Y la alta insolación del verano, propia de la alta montaña, fue clave para que la uva sintetice los azúcares y los aromas necesarios mediante la fotosíntesis. La vendimia tuvo lugar la tercera semana de octubre, a unas temperaturas por debajo de los diez grados para garantizar la entrada de la uva con las mejores condiciones. Utilizando cajas de diez kilos.
Vendimiado a mano, la elaboración del Campgran 2020 fue delicada, con un rendimiento de prensa inferior al sesenta por ciento y una fermentación alcohólica a 13 grados durante dos semanas. Finalizada la fermentación, permaneció en contacto con sus lías finas durante tres meses, el sesenta por ciento en depósito de acero inoxidable y el cuarenta por ciento restante en bota de roble francés. Realizando la fermentación maloláctica, proceso que incrementa su complejidad.
De color amarillo pajizo con reflejos verdes; en nariz, Campgran 2020 se muestra delicado con aromas de flores blancas, notas críticas de pomelo. La entrada en boca es elegante y larga con un sabor equilibrado entre las notas más ácidas de la variedad riesling; y un punto más afrutado y maduro de la uva gewürztraminer. Un vino con volumen en boca y al mismo tiempo un paso sedoso y largo, y un final persistente con un toque que aporta sensación de mineralidad.
El precio recomendado de venta al público es de 25 euros, y la sugerencia de maridaje va desde el marisco o sushi; los quesos del país o aves y otras carnes blancas.
Fotografies ©Gami_Orbegoso/Cal_Mandrat de:
Silvia Gaminde y Javier Güell / Fotografía aeria de las viñas / Fotografía del vino Campgran 2020
Instagram: @cal.mandrat
