La directora general del INCAVI, Alba Balcells, y
El proyecto de la malvasía de Sitges no es sólo un proyecto de recuperación de una variedad. Es una variedad patrimonial muy reconocida que se ha adaptado al cambio climático y forma parte de una de las líneas prioritarias de investigación del INCAVI definidas en el marco de la estrategia #HoritzóINCAVI2025, que permite plantear adaptaciones al cambio climático a partir de una variedad propia y hacer crecer nuestro patrimonio vitivinícola. En los últimos años hay una cuarentena de bodegas que la han plantado y esto significa un centenar de hectáreas nuevas. Del par de hectáreas que llegó a haber sólo, actualmente existen 123 hectáreas plantadas de malvasía de Sitges y en crecimiento. Esta variedad, aunque es una variedad de complejo cultivo, mantiene una buena acidez, un pH bajo y buenos aromas en unas altas condiciones de temperaturas, de ahí que sea una buena aliada del viñedo con el cambio climático.
Esta recuperación de la variedad malvasía de Sitges forma parte de la línea de trabajo de recuperación y caracterización ecofisiológica y agronómica de variedades patrimoniales o en peligro de desaparición. Esta línea tiene por objetivo aportar soluciones al sector para enriquecer y potenciar la personalidad de nuestros terruños, profundizando en la singularidad de nuestros vinos, y en este caso, contribuyendo a la adaptación al cambio climático. Búsqueda que se enmarca en una de las piezas primordiales de la estrategia #HoritzóINCAVI2025 y que tiene como principal misión incorporar valor añadido en I+D a las prácticas agronómicas y enológicas.
Líneas de colaboración abiertas con las universidades UC Davis y Washington
El Valle de Napa, una de las zonas vitivinícolas más prestigiosas del nuevo mundo, comparte en gran parte el clima mediterráneo con Cataluña.
La viticultura que tienen implementada hace uso de técnicas de seguimiento y modelización del viñedo (mapas de cultivo, teledetección estado hídrico de la planta, protección frente a los golpes de calor, digitalización, prácticas culturales de manejo del viñedo, proyecciones climáticas, entre d otros) que pueden resultar, una vez adaptadas a nuestra realidad, de interés por nuestros viticultores. Estas líneas de trabajo se han tratado con expertos de las Universidades UC Davis y Universidad de Washington.
Todos estos trabajos se enmarcan también en la apuesta del INCAVI-DACC por la colaboración y fortalecimiento de la investigación vitivinícola al servicio del sector en la alianza i4Vi.