A lo largo de la presente semana ha dado comienzo la actividad en cuatro de los 32 lagares que estarán activos durante la vendimia 2023. Como es habitual, la actividad ha empezado de forma muy limitada, con la elaboración de los “pies de cuba” y con la molturación de la uva procedente de algunas viñas del interior, en la que se han alcanzado ya las graduaciones exigidas por la reglamentación de las denominaciones de origen. En las próximas semanas se prevé que la actividad vaya ampliándose paulatinamente, si bien las condiciones climatológicas y la actual evolución del fruto no anticipan una generalización de la vendimia probablemente hasta la segunda o la tercera semana de agosto.
Nuevamente las previsiones de cosecha están marcadas por una pluviosidad escasa: a lo largo del año agrícola la media de la zona se situó en una horquilla entre los 425 y los 480 litros por metro cuadrado, muy por debajo de los 600 litros de un año normal. Estas lluvias se concentraron sobre todo en los meses de diciembre y enero, si bien en junio cayeron otros 40 – 50 litros que ayudaron a aliviar la escasez hídrica del suelo. En todo caso, hay que recordar que nuestro viñedo se asienta en su mayor parte sobre suelos albarizos, con una enorme capacidad retentiva de la humedad.
Fotografía©DOP Jerez
A pesar de que las lluvias tardías suelen crear condiciones ambientales idóneas para el desarrollo de enfermedades en la vid, en este caso no ha sido así, pues el viñedo se encontraba en junio en el estado fenológico de cuajado (con bayas tamaño guisante), lo que no resulta tan arriesgado como cuando las lluvias coinciden con la floración. Sí hay que destacar la incidencia negativa de las tormentas de granizo caídas sobre algunos pagos de Trebujena y Lebrija, en los que este fenómeno va a afectar notablemente a la producción final.
Con la excepción de algunos días de calor acompañados de levante, en general las temperaturas en lo que llevamos de verano han sido relativamente suaves, con noches frescas y frecuentes rociadas nocturnas, lo que ha permitido que la viña desarrolle sin alteraciones su ritmo de maduración. Nada que ver con los intensos y prolongados golpes de calor del verano pasado. En cuanto al estado sanitario de la uva, con excepción de algunos focos de araña amarilla común, convenientemente tratados, la incidencia de las plagas ha sido muy poco significativa.
Igualmente baja ha sido la presencia del Mildiu, mientras que el Oídio, favorecido por la humedad, ha requerido también de los oportunos tratamientos. A las puertas de la vendimia nos encontramos en definitiva con una uva en general muy sana y con un magnífico aspecto, en el que destaca un tamaño claramente superior al del año pasado por estas fechas.
Por lo que respecta a las previsiones de cosecha, y con las lógicas diferencias entre los más de 100 pagos que conforman el territorio de nuestras denominaciones de origen, estas se sitúan entre un 15 y un 20% por encima de la producción del pasado año; es decir, en el entorno de los 8.000 – 8.300 kilos por hectárea. Lógicamente, dicho esto con la cautela que exige una vendimia que no ha hecho más que empezar.
El Consejo Regulador ha activado ya el operativo de vendimia para el control de la recolección en las más de 2.000 viñas inscritas en nuestras denominaciones de origen, así como de su trasporte y molturación en las 32 bodegas de elaboración que se han dado de alta en esta campaña. Como en otros ámbitos de actuación de nuestra institución, también en este caso el Consejo cuenta con la inestimable colaboración de la Guardia Civil, con la que se va a establecer un operativo específico de control de los transportes de uva. Hay que recordar que todos y cada uno de estos transportes a los lagares debe de ir amparado por la oportuna documentación, en la que se registra tanto el origen de la uva y sus características como la bodega de elaboración de destino, en la que será procesada.
LEl operativo conjunto del Consejo y de la Guardia Civil se extenderá a lo largo de los diez municipios del Marco de Jerez en los que se ubican las viñas inscritas y se adecuará en términos de intensidad al propio ritmo que marquen las labores de vendimia, a lo largo de las próximas semanas.
Como en otros ámbitos de actuación conjunta, la colaboración entre la Guardia Civil y el Consejo Regulador tiene por objetivo asegurar el cumplimiento de lo establecido en la reglamentación de las denominaciones y, en última instancia, garantizar a los consumidores la autenticidad de los vinos y vinagres amparados por nuestras denominaciones. Para lo cual es necesario empezar desde el mismo momento en el que se inicia el proceso de elaboración, es decir, desde la vendimia.